miércoles, 9 de enero de 2008

El niño detrás de la mascara.

Dolor incesante, acaso te merezco sentirte, no aguanto más, me consumes poco a poco, ni siquiera se si queda algo de í del cual puedas consumir, solo pendo de la esperanza y la ilusión, cosas que te desagradan dolor, por que dan fuerza a ese cuerpo consumido.

Una esperanza que es lastimada incesantemente, es pisoteada sin parar, y a pesar de todo esta sigue en mi, pocos suspiros de paz eh dado, pero han sido los suficiente para seguir en pie, aun quedan las heridas del dolor, que pronto sanaran.

Ideas tontas, locas, desvariantes y lastimosas susurran en mi cabeza tras el constante golpeteo del dolor y la nostalgia, que débil y pequeño soy y a la vez que fuerte, pues sigo en pie, este dolor a sido una venda en los ojos y tu la luz que atraviesa la tela, mostrándome la esperanza, la belleza, la alegría y la felicidad.

Este corazón palpita lentamente, esperando el momento oportuno para saltar de regocijo por aquellos días futuros tan soñados, pero es impaciente y llora por la espera, pues es doloroso también, el tiempo transcurre tan lentamente, casi parece detenerse.

Me eh comportado como una adulto, eh creado cobardemente una máscara, una máscara de desconfianza, que dice que no cree más en ti, que te pide que le demuestres lo que ya le has dado, quiere que se le repitas en palabras todo eso que no puede escuchar ya, por que no estas a su lado, pero sabes que dice el niño detrás de esa máscara, por favor, te necesito, cuídame, apapachame, te necesito aquí y para siempre, ya no me dejes solo, tu sabes que te creo, como el niño que soy, como el niño que toma a su madre de su mano al cruzar la calle, que no mira a su alrededor confiado que su madre no lo lastimara.

Tontamente creamos mascaras inconscientemente y lastimamos a quienes amamos, solo es cuestión de darte cuenta cual es tu mascara y todo el daño que estas causando con ella, no hay que ser tan egoístas.

Quiero ser ese niño que sabe perdonar incondicionalmente, que cuando lo lastiman lo olvida rápidamente, que no tiene preocupaciones vánales, que lo único que busca es el comportar con su ser querido sus días, en la confianza de esos brazos maternales, quien dice que ser un niño es malo, tener esa mente tan inocente aunque fuese el hazmerreir por el mundo, aun lo soy, pero tristemente nos avergonzamos de ello y lo ocultamos, por que queremos madurar, que estupidez tan grande, cada etapa tiene sus cosas lindas y vale la pena disfrutarlas y conservar los mejores valores de cada una.

2 comentarios:

Mujer del traje gris dijo...

cómo?? te exas para atrás frente a las mailicias de la edad??
Algo tienes ke te pareces a mi...
:)
Post reflexivo. Bien.

Saludotes. Te leo.

Unknown dijo...

Tengo un niño así...muy dominante el cabrón.